Agenda Visual — Instrucciones
¿Qué es? Una agenda visual (sin palabras) para guiar rutinas, secuencias y expectativas paso a paso. Usa una línea de tiempo simple: PRIMERO → DESPUÉS → AL FINAL y pasos numerados del 1 al 6 para mantener el orden y la previsibilidad.
¿Por qué sin palabras?
- Accesible para todos los niveles de lectura. No bloquea a alumnos que aún no leen o que están en proceso de alfabetización.
- Reduce carga cognitiva. Las imágenes directas evitan “texto ruido” y dejan clara la acción esperada.
- Favorece comprensión inmediata. Menos explicaciones orales, más foco en “qué va primero y qué sigue”.
- Incluye sin traducir. Funciona con alumnos bilingües, con distintos estilos de aprendizaje y con perfiles neurodivergentes.
- Mejora la autorregulación. Al ver el final desde el inicio, disminuye la ansiedad y las preguntas repetitivas de “¿ya acabé?”.
- Consistencia entre casa y escuela. Familia y docentes usan el mismo código visual sin depender del tono o vocabulario de cada adulto.
Beneficios del material
- Claridad instantánea: la banda de PRIMERO–DESPUÉS–AL FINAL ancla expectativas y tiempos.
- Secuencias ordenadas: los pasos 1–6 organizan tareas largas en micro-objetivos alcanzables.
- Menos conductas de escape: al saber qué sigue, se reduce la frustración y las negociaciones eternas.
- Mayor independencia: los alumnos consultan la agenda sin esperar indicaciones constantes.
- Transferible: la misma lógica sirve para rutinas académicas, de autocuidado, transición y juego estructurado.
Instrucciones de uso (rápidas)
- Define la rutina. Elige una actividad concreta (ej.: “mañana de entrada”, “centro de lectura”, “hora de baño”).
- Secuencia en 3 tramos: arma la franja PRIMERO → DESPUÉS → AL FINAL para dar visión completa desde el inicio.
- Desglosa en 1–6 pasos: coloca pictos en orden (1, 2, 3, 4, 5, 6). Si la actividad es corta, usa menos pasos; si es extensa, crea dos tiras.
- Presenta en voz neutra: señala con el dedo cada icono (no leas textos porque… no hay), y marca el inicio: “vamos en el 1”.
- Avanza visualmente: al completar un paso, voltéalo, deslízalo o márcalo (consistencia total: siempre el mismo gesto).
- Refuerza el final: al llegar a AL FINAL, muestra el pictograma de cierre o recompensa natural (no materialista: descanso breve, elegir actividad, etc.).
- Generaliza: repite la misma estructura en casa y escuela. Cambia solo los pictos; mantén igual el orden gráfico.
Sugerencias pro
- Menos es más: no satures la tira; si hay micro-pasos redundantes, fusiónalos.
- Consistencia visual: ubica la agenda a la misma altura y mismo lugar para que el alumno la encuentre sin pedir ayuda.
- Transiciones suaves: antes del cambio de actividad, anticipa señalando el siguiente icono (“después vamos a…”) y espera 3–5 s.
- Autonomía creciente: deja que el alumno mueva él mismo el pictograma al terminar.
- Registro rápido: toma una foto de la secuencia armada y úsala como “plantilla” para la próxima vez.
Para quién es ideal
- Alumnos que inician lectura o prefieren lo visual.
- Perfiles con TDAH, autismo, DI o barreras de lenguaje que requieren previsibilidad y pasos concretos.
• • Grupos con niveles mezclados o contextos bilingües.